por Natalia Ruiz de Olalla / 3 minutos y medio de lectura
¿La Comunicación Animal es para quién quiere o para quién puede?
La Comunicación Animal se basa en una serie de capacidades innatas que tiene la especie Homo sapiens y que se pueden trabajar y desarrollar.
Mi experiencia personal como Comunicadora Animal
Mi trayectoria vital siempre se ha desarrollado en las ciudades. Nací y me crie en una. Nunca he tenido pueblo.
Aparte del periquito Jimmy, nunca tuve un contacto cercano con los animales. Creía que eran peligrosos, fuente de enfermedades y que un piso no era un lugar para ellos porque, pobrecitos, todo el día encerrados.
Sin embargo, —o a lo mejor, precisamente por eso, por pura ignorancia— en el año 2010 me abrí a la posibilidad de que la comunicación con los animales era posible. Leí sobre el tema y algo se activó en mí.
Pensé: “¿Por qué no?” Y sin ser muy consciente del efecto de esa apertura, me empezaron a suceder cosas que provocaron que pudiera experimentar la Comunicación Animal en primera persona.
Tras haber comprobado en numerosas ocasiones que la información que recibía de los animales era confirmada por sus personas, tuve la certeza de que era un fenómeno real.
Entonces, empecé a investigar y a profundizar para conocer mejor cómo funcionaba esa capacidad y cómo desarrollarla. De hecho, desde entonces, mi capacidad no ha hecho más que aumentar.
¿Todas las personas tienen la capacidad de comunicar con los animales?
Para saberlo, solo tienes que responder a la siguiente pregunta: “¿Perteneces a la especie Homo sapiens?” Si tu respuesta es sí, la tienes.
¿No te lo crees? Piensa. Tómate tu tiempo. Seguro que has vivido alguna experiencia de comunicación con algún animal, pero no la reconoces como tal.
¿Qué pasos tendría que seguir para poder comunicar con los animales?
El primer paso es creer que es posible, generar una apertura en tu mente y romper la creencia de que no lo es. No hace falta que te lo creas al cien por cien. Si eres capaz de creértelo al uno por ciento, ya has dado un paso muy importante.
El segundo paso sería vivir una situación en la que puedas experimentar y darte cuenta de tu capacidad.
El tercer paso consiste en saber cómo funciona tu capacidad en ti, y a partir de ahí, trabajarla.
El cuarto paso consiste en practicar, practicar y practicar sin desanimarte, a pesar de los aparentes “fracasos” o resultados insatisfactorios.
¿Cuál es la clave secreta para el desarrollo de la Comunicación Animal?
Después de todos estos años como comunicadora animal, a día de hoy, tengo claro que es una capacidad que se puede trabajar y desarrollar, y que va creciendo y evolucionando en el tiempo, al igual que otras capacidades humanas.
Para poder desarrollar esta capacidad al máximo de tu potencial, hay algunas claves secretas. Una de ellas y, quizás, la más importante es sentir entusiasmo por comunicar con los animales y hacerlo con alegría.
Si ya te estás sintiendo así, ¡enhorabuena!, estás en el camino correcto.
Si lo vives con miedo, duda, inseguridad, pensamientos invalidantes del tipo: “Yo no creo que pueda”, “Esto es una sandez”, etc. te desanimarás pronto y dejarás esta fascinante aventura a un lado.
Es normal sentir incertidumbre ante las experiencias nuevas. El matiz del entusiasmo te ayudará a que tu experiencia sea más satisfactoria.
La mayoría de las personas que comienzan a comunicar con los animales me transmiten entusiasmadas lo mismo, esa plenitud, gozo y alegría que sienten antes, durante y después de su comunicación con los animales.
¿Y tú? ¿Sientes ya entusiasmo por comunicar con los animales? ¿Te gustaría aprender a comunicarte con ellos? Te cuento cómo en los
cursos y talleres que imparto.
