Creencias sobre los animales que te deberías cuestionar

Creencias sobre los animales que te deberías cuestionar

por Natalia Ruiz de Olalla / 4 minutos de lectura

Para comprender mejor la Comunicación Animal, es importante que tomes conciencia de las creencias que tienes sobre los animales. Las creencias condicionan tu manera de experimentar y entender el mundo. 

Reconocerlas te ayudará a despejar el camino para que puedas comunicar con los animales.


Utilidad versus vínculo de respeto con el animal

En nuestra sociedad, la idea de fondo en la relación con los animales es la utilidad. O son fuente de alimento o una herramienta de trabajo o sirven para investigaciones o para terapias o para satisfacer deseos humanos, etc. A solo unos pocos se les trata con el respeto que se merecen. 

La evolución de la vida en las ciudades ha hecho aumentar el número de animales en los hogares. Hace cincuenta años, pocas familias los tenían. Actualmente, en más del 40% de las casas españolas hay un animal “doméstico”. Curiosamente, es en las ciudades donde la relación con los animales ha comenzado a experimentar un profundo y conmovedor cambio.


¡Seamos sinceros! Una anécdota de Comunicación Animal

En una ocasión, me llamó una mujer porque quería regalarle a un amigo una comunicación con su perra. Le pregunté si él quería y sabía lo que era, y me dijo que sí. Así que, le contacté para conocerle y valorar el caso. 

Era un hombre de campo y había sido pastor de joven. Al principio, se mostró muy amable y parecía interesado en saber sobre su perra. Pero, tras un rato de conversación, empezó a mostrarse irritado y hasta violento. 

Finalmente, me transmitió su auténtico sentir: le parecía una auténtica gilipollez. Me dijo que él no era como la gente de la ciudad. Los animales estaban para trabajar. Si enfermaban, los cuidaba; pero, desde luego, si se morían, no les lloraba.

Me dejó claro que su sistema de creencias era incompatible con la apertura que requiere una comunicación animal. No solo no estaba dispuesto a aceptar nada de lo que su perra pudiera transmitir, sino que, no creía que fuera posible.

Personas como él, tienen tan asumido e interiorizado el utilitarismo de los animales que, aunque les gustaría pensar otra cosa, en el fondo no creen que pueda ser verdad. No son conscientes de que es su sistema de creencias el que les impide abrirse y experimentar nuevas vivencias.


Los animales pueden sentir y pensar algo, pero poco.

Antes de continuar leyendo, te animo a que cojas un papel y un lápiz y escribas, sinceramente, cuáles son las creencias que tienes sobre los animales, qué es lo que realmente piensas sobre ellos en general. Después, si convives con un animal, escribe, también, lo que piensas de él. 

Las creencias de las personas sobre los animales y la Comunicación Animal se podrían clasificar en dos grandes grupos.

En un primer grupo, estarían las personas que creen que los animales son simples e inferiores y que justo les da para “lo básico”: comer, dormir, hacer sus necesidades... Piensan que puede que tengan emociones, como el miedo o la alegría; pero, sentimientos profundos y pensamientos, no; y en caso de que los tuvieran, serían muy elementales. 

Si tú piensas así, es lógico que creas que no tienen mucho que contar. 

En tu caso, si en algún momento, te llegaras a animar a comunicar con los animales, probablemente, pasarías por alto informaciones relevantes para ambos. 

Para que no te suceda, te voy a contar un experimento, a ver si así, puedes empezar a romper algunas de tus creencias.


El pensamiento animal influye en la materia

¿Sabías que hay experimentos que han demostrado que la intención y el pensamiento de un animal influyen en la materia? 

Al lado de un huevo de pato, se colocó un robot que se movía al azar. Cuando éste eclosionó, el ave relacionó al robot con su “madre”. Después de un rato, se observó que los movimientos del robot ya no se debían al azar, sino que se acercaba y alejaba según el pensamiento e intención del patito. 

¿Cómo te quedas?


Los animales como compañeros y maestros de vida

En el segundo grupo, estarían las personas que se abren al amor y a la sabiduría de los animales. Saben que sienten y piensan de manera profunda y que pueden aprender mucho de ellos. 

Si tú piensas así, estarás deseando saber cómo comunicar con los animales porque querrás conocerles en profundidad; aunque seguro que ya lo estás haciendo.

En tu caso, tus creencias van a favorecer que la comunicación sea fluida y verdadera, y tu amor y entusiasmo acelerarán el proceso.

¿Y tú? ¿Has detectado cuáles son las creencias que te impiden abrirte a comunicar con tu animal? Si quieres, te ayudo a descubrirlas y desmontarlas con los cursos y talleres que imparto.

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